La canción Cecilia, compuesta por Paul Simon y Art Garfunkel, es famosa por su ritmo alegre y letra sobre un desamor. Fue inspirada en la santa católica Cecilia, patrona de los músicos. La grabación original contó con un proceso innovador, donde los artistas grabaron sonidos de aplausos y golpes en objetos de madera para crear una base rítmica distintiva.