No me conoces y hace tres noches que dormiste entre mis brazos. Ya no recuerdas las tantas cosas que conmigo hiciste tu? Como creerte? Si te morías cada vez que me besabas. Y hasta decías haber anhelado siempre un hombre como yo. En ocasiones tapé tu boca para que no se escucharan los fuertes gritos enloquecidos que brotaron de tu ser. Ahora te empeñas en ignorarme cuando te miro a los ojos, pones la cara como sientiendo enojos, como si yo fuera un extraño en tu vida. Si esa es tu forma lamento mucho haber estado contigo y aunque confieso y pongo a Dios como testigo que estoy muriendo por tenerte una vez más. No me conoces, y hasta una foto me pediste aquella tarde para besarla y acariciarla cuando te acuerdes de mi.