San Juan y Boedo antiguo y todo el cielo, Pompeya y, más alla, la inundación, tu melena de novia en el recuerdo, y tu nombre flotando en el adios... La esquina del herrero barro y pampa, tu casa, tu vereda y el zanjon y un perfume de yuyos y de alfalfa que me llena de nuevo el corazón. Sur... paredón y después... Sur... una luz de almacen... Ya nunca me veras como me vieras, recostado en la vidriera y esperando te, ya nunca alumbrare con las estrellas nuestra marcha sin querellas por las noches de Pompeya. Las calles y las lunas suburbanas y mi amor en tu ventana todo ha muerto, ya lo sé. San Juan y Boedo antiguo, cielo perdido,