Historia y Origen
El origen de la viola se remonta al comienzo del siglo XVI, principalmente en Italia, donde surgió como una entidad distinta de sus predecesores de cuerda. A diferencia del violín, que rápidamente se estandarizó en tamaño y forma, la viola variaba mucho, lo que llevó a un rico tapiz de formas y tamaños conocidos como violas 'contralto' o 'tenor'. Músicos y compositores tempranos, incluidos William Byrd y Johann Sebastian Bach, reconocieron el potencial de la viola para enriquecer composiciones musicales con su sonido profundo y resonante. Su evolución a lo largo de los siglos refleja cambios en estilos y preferencias musicales, pero siempre ha conservado su papel vital en el tejido de la música orquestal y de cámara, sirviendo como la voz media que conecta y equilibra los tonos más altos y más bajos.
Descripción Física
Físicamente, la viola se parece a su pariente cercano, el violín, pero tiene varias características distintivas. Posee un tamaño de cuerpo mayor, que varía de 38 a 43 cm de longitud, lo que contribuye a su tono más profundo y cálido. Las cuerdas en una viola son más gruesas y más largas que las de un violín, afinadas una quinta perfecta más baja (C3, G3, D4, A4), lo que permite su sonido rico y aterciopelado. El arco también es ligeramente más pesado y más largo, ofreciendo al intérprete más control para extraer la sonoridad única del instrumento. Su diapasón es más ancho, acomodando el espaciado más amplio de las cuerdas y facilitando la producción de sus notas resonantes características. Estas características físicas no solo definen la apariencia de la viola, sino también su cautivadora voz musical.
Referencias
Varios artistas y ensambles renombrados se han vuelto sinónimos de la viola, elevando su estatus dentro del mundo de la música clásica. Entre estos, Lionel Tertis destaca como un pionero, ampliamente considerado uno de los primeros grandes violistas en abogar por las capacidades solistas del instrumento. William Primrose le siguió, estableciendo aún más la prominencia de la viola en el siglo XX. Violistas contemporáneos como Yuri Bashmet y Tabea Zimmermann continúan cautivando a las audiencias, probando la versatilidad y el rango emocional del instrumento. Además, el Kronos Quartet y el Amadeus Quartet, con sus actuaciones cautivadoras, han demostrado el papel crucial que juega la viola en enriquecer los paisajes sonoros de la música de cámara.