Su padre fumaba en la sala su madre miraba el reloj la aguja está bajo la cama muerte gritaba el tarot. Cucharas que hacen de cocina cerillos que encienden la paz el infierno buscó medicina disparos de alivio fugaz. Era solo otra noche de esas de un viaje por el miedo y el dolor no pudieron ácido y cervezas inventarte algún mundo algo mejor. Y se apagó la luz y no volviste más y se borró el futuro con sus días y sus noches. Y se apagó la luz y se acabó el dolor y te escupió a la cara el fantasma al que le huías. El ciego vio luces prendidas el sordo escuchó una canción el muerto ya estaba con vida la vida no tuvo razón. Supiste ya en el otro lado